Muy probablemente hemos dedicado mucho tiempo a tratar de recuperar la información que por algún motivo perdimos. Ante ello muchas veces nos preguntamos. “¿Por qué no habré respaldado? Y es que con frecuencia olvidamos acerca de la necesidad de contar con un respaldo de nuestra información, para no vernos afectados ante las eventualidades:
1. Invierte en un buen sistema de almacenamiento
Considera cuáles son tus necesidades para respaldo e invierte en un buen sistema de almacenamiento físico. Si sólo trabajas con documentos de texto u hojas de cálculo, uno pequeño bastará. Si te dedicas a la edición de vídeo o audio, o trabajas con archivos más pesados, no escatimes en el espacio.
2. Prioriza tu información
Es importante que priorices tu información y la respaldes. Documentos personales, laborales, información sensible. Procura mantener esos datos respaldados frecuentemente, en tanto que otros archivos prescindibles puedes guardarlos después.
3. Calendariza tus respaldos
Dependerá de las necesidades si el respaldo es cada semestra, cada mes, cada semana , etc. Piensa que en caso de rotura, solo perderás un último período de información. Es importante que aparte un día (sobre todo si tienes un volumen importante de archivos ) cada determinado tiempo para respaldar.
4. Realiza respaldos virtuales
No basta con las plataformas físicas. Si bien un disco duro externo es básico y útil, la web es el lugar excelente para guardar tu información. Hay muchas opciones, desde un correo electrónico, un servicio de FTP, un espacio de alojamiento, etcétera.
(contenido parcial de ALTI040)
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